Cuando se viaja con niños, en muchas ocasiones, es mejor hacerlo en un vehículo privado que tratar de moverte por la zona utilizando el transporte público o cualquier otro medio. Nosotros somos de ver cosas, nos gusta visitar pueblecitos, pasear las calles y empaparnos de la vida que transmiten aquellos lugares que visitamos, así que en muchas ocasiones, lo que solemos hacer, es alquilar un bungalow o una casita en algún lugar pintoresco que se convierte en nuestro centro de operaciones desde el cual salimos a visitar toda la zona, incluso en lugares que suelen estar fuera de los itinerarios turísticos oficiales.

sombras - arena - playa

A menudo, cuando se viaja con niños, tener que limitar el peso de las maletas o querer ver demasiadas cosas y visitar muchos lugares, es imposible si uno no es dueño de su tiempo, así que, para según qué zonas de Europa, o bien hemos viajado en coche desde casa o bien hemos alquilado un coche que nos ha permitido ir desde el aeropuerto a nuestro lugar de destino sin tener que hacer rutas fijas y horarios imposibles.

road trip - carretera - coche - montaña

Esta preciosa foto con las montañas de Escocia al frente nos la tomaron los niños por sorpresa.

La flexibilidad del horario es una de las mayores ventajas: puedes salir cuando quieras, volver cuando te apetezca e ir de un lado a otro sin restricción de tiempo. Nosotros, por nuestra forma de viajar con nuestros hijos, siempre hemos adaptado las excursiones y visitas a sus horarios y no hemos tratado de verlo todo, convirtiendo el viaje en una maratón, pero sí hemos aprovechado las horas que dormían para, por ejemplo, hacer los trayectos más largos o nos hemos perdido el tiempo necesario para su descanso en pueblecitos preciosos que quizá, si no fuera por ellos, hubiéramos pasado de largo porque son de esos que no salen en las rutas turísticas.

En Suiza estuvimos alojados en una casita de campo que nos permitía combinar días de descanso con días de turismo y naturaleza. En Escocia, recogimos nuestro coche en el aeropuerto y ya no lo soltamos hasta la fecha de regreso, con lo que pudimos hacer una ruta a nuestra medida y pararnos a ver lugares en los que tal vez no hubiéramos podido detenernos tanto. Ser el dueño del itinerario y del tiempo es viajar con tranquilidad, de alternar descanso con turismo, de conocer gente diferente y poder interactuar más con todo lo que nos rodea.

casas - niños- bicicletas

Al viajar en coche y hospedarnos en casas en lugar de hoteles, se le puede tomar muy bien el ritmo a la ciudad o al pueblo donde estés, acoplarte a las aventuras que puedan ir surgiendo, conocer gente distinta y visitar lugares que tal vez sean menos conocidos pero que guardan un sabor especial. Mi consejo: si se viaja en coche y con niños, tener siempre algo de comida y bebida a mano es esencial. Nosotros, cuando viajamos así, solemos visitar las tiendas de la zona, comprar quesos y embutidos locales y llevar algún tipo de bocadillo o tentempié y bebida en la bolsa.  En Francia cualquier ocasión es buena para comer sus quesos y sus panes, por ejemplo. En Suiza, la dueña de la casa de campo, nos abastecía de leche recién ordeñada para los niños y pudimos realizar excursiones en bicicleta por todo el lugar. La gran ventaja de esto es que además de conocer y probar la gastronomía más típica y sabrosa de cada región, lo que supone un ahorro considerable en restaurantes, es que puedes viajar con mucha más libertad y confeccionar un itinerario casi a medida.