Viajar con niños es siempre una aventura especial, pero si además es en los días de Navidad, esa aventura se transforma en algo mágico, en recuerdos imborrables y en una forma diferente de pasar las Navidades en familia.

Nosotros solemos escaparnos en los días previos a Nochevieja. El fin de año nos ha sorprendido en distintos países y lugares donde las costumbres son muy distintas a las nuestras y aunque a veces echamos de menos comernos las uvas, ver otro tipo de eventos y celebraciones es, a mi parecer, una forma estupenda y divertida de ampliar horizontes, de entender la diversidad cultural que existe en el mundo, de borrar fronteras y abrir la mente.

En el año 2009 estuvimos visitando Berlín y pudimos perdernos en los mercadillos navideños que allí hay en distintos lugares y que permanecen abiertos durante toda las fiestas.

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Mercadillo de la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm

Lo cierto es que ver las ciudades llenas de Navidad es una experiencia enternecedora y entrañable. Las fechas, tan familiares, junto al hecho de estar de vacaciones, da una amplia perspectiva del sentimiento universal que se siente en muchos rincones del mundo.

Los mercadillos navideños están llenos de colorido, de adornos, de árboles y guirnaldas, y son el lugar perfecto para adquirir cositas con las que ir adornando nuestra casa, para traernos presentes un tanto distintos que cada año, en las fechas previas a la Navidad, nos recuerdan un viaje, un lugar y un sabor diferente.

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El mercadillo de Postdamer Platz no es uno de los más grandes de Berlín, pero sí uno de los más antiguos y tradicionales. Además de las propias casetas del mercadillo navideño suelen poner pista de hielo para patinaje ¡e incluso con trineos!

El centro comercial que hay en la parte posterior a la plaza, el Sony Center, está adornado de una forma increíble y preciosa y allí se realizan cada año un montón de actividades para los más pequeños. Música en vivo, actividades y juegos incluso bajan las hadas a contarles cuentos, eso sí, en alemán, por supuesto.

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El mercadillo de la iglesia Memorial Kaiser Wilham está situado a los pies del templo que le da nombre a la plaza y cada año lo componen más de 170 puestos en pleno corazón de la zona oeste de Berlín.

Entre sus muchos puestos de adornos navideños y regalos con los que poder sorprender a la familia, podemos encontrar casetas donde se vende comida típica alemana como la deliciosa salchicha Turungia, gofres de mantequilla, fruta caramelizada o vino caliente y especiado.

Siempre hay una noria y un carrusel para los más pequeños y todos los días, Papá Noel en persona ofrece regalos a los niños.

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No podíamos irnos de Berlín sin probar algo tan típicamente alemán como estas salchichas

Muy cerca nos encontramos con el Kurfürstedamm, el boulevard y zona de ocio con la iluminación navideña más larga del mundo en lo que se considera la milla de oro berlinesa y una de las zonas de paseo preferida por los berlineses durante todo el año, pero sobre todo en Navidad.

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Uno de los mercadillos más impactantes y que no te puedes perder es de la plaza Gendarmenmarkt, situado en una plaza en el mismo centro de Berlín y considerada como uno de los lugares más bellos de la ciudad.

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En ella están edificios tan emblemáticos como el Konzerthaus, la sala de conciertos o teatro de Berlín donde tiene su sede la Orquesta Filarmónica de Berlín y las dos catedrales, llamadas Französischer Dom y Deutscher Dom. Fue Federico I de Prusia quien en el siglo XVIII dio permiso para que en esa plaza se construyeran dos iglesias, una luterana y la otra católica, de ahí a que hayan actualmente dos catedrales, la catedral alemana y la catedral francesa.

También fue en esta plaza donde en 1990 se escenificó el último acto de la República Democrática Alemana, RDA, antes de la reunificación en la Alemania actual; como no podía ser de otro modo el acto fue el concierto de la Novena sinfonía de Beethoven.

Es un lugar realmente preciso que no te puedes perder. Bueno, como todo en Berlín, que es una ciudad preciosa, cargada de historia y con un carácter propio muy concreto. Son ciudades que sin duda dejan huella.