coronavirus

La epidemia de Coronavirus parece extenderse por muchos países, sin embargo, viajar sigue siendo tan seguro ahora como lo era antes ya que si analizamos bien la evolución de la enfermedad, parece mucho más grande la alarma social que su riesgo de infección.

La OMS, la Universidad de Harvard y el John Hopkins University, han lanzado una campaña en la que se compara la infección de por Coronavirus con la de otros tipos de enfermedades contagiosas y lo cierto es que es mucho más fácil contraer, por ejemplo, la gripe común que el Coronavirus.

El 95% de los casos de Coronavirus en el mundo están situados en la provincia de Wuham, en China, con lo que la localización y su control está, aunque parezca lo contrario, muy controlados y focalizados. El riesgo de contraer la enfermedad viajando a otros países es, por tanto, muy bajo, con lo cual la OMS recomienda no anular los viajes que tengamos concertados, seguir viajando, haciendo una vida normal, sin restricciones de viaje o de intercambio de bienes.

Viajar en avión tampoco supone un riesgo ya que un avión, de por sí, no crea un ambiente más propicio que otro para la propagación del Coronavirus. Las aerolíneas tienen establecidos procedimientos concretos que ayudan a prevenir el contagio por Coronavirus incluso si alguien a bordo estuviera infectado, así como los hoteles y zonas de ocio que también tienen protocolos a seguir tanto para prevenir los contagios como para aislar a un posible enfermo.

Si comparamos el Coronavirus con la gripe común, vemos que esta última arroja una cifra de 64.000 muertes al año en el mundo frente a las 2.817 que ha producido el Coronavirus. Anualmente se diagnostican unos 1.000 millones de casos de gripe común frente a los 82.000 por Coronavirus, de los cuales, recordemos, el 95% están en Wuham. Su índice de mortalidad es del tan solo del 2%, mientras que infecciones de otros virus como el SARS en 2013 tenia una mortandad del 10% y el del MERS un impresionante 34%.

Siguiendo las instrucciones de la OMS, las recomendaciones habituales para evitar contagios y extremando los hábitos de higiene, podemos seguir viajando tranquilamente y seguir llevando una vida más que normal. No caigamos en la paranoia y en el shock, sino continuemos con nuestra vida y nuestros planes, más allá de los alarmismos mediáticos.