Hablar de la gastronomía en Polonia es hablar también de su historia y de su situación geográfica en el centro de Europa. El cruce de caminos culturales que siempre ha existido de Polonia han influido en toda sus costumbres culinarias, en donde se puede rastrear los ecos de tradiciones turcas, judías, rusas o italianas de donde proceden casi todas las frutas y verdura que se cultivan en el país.

Los horarios de los restaurantes, al contrario de lo que sucede en muchos países de Europa, es muy amplio; perfectamente puedes cenar a las 22h en las grandes ciudades sin que sea nada extraño o realizar una comida tardía ya que no suelen cerrar en todo el día.

Otro dato muy característico es el precio. La mayoría de restaurantes tienen precios ya no asequibles sino irrisorios en los que puedes tomarte una sopa por tan solo 1€. Otra cosa bastante llamativa es que puedes no comer, es decir, tomarte una cerveza, por ejemplo. Cuando ocupas la mesa siempre te preguntarán si vas a comer o a beber y ya te la preparan según sean tus intenciones. Lo realmente llamativo es que aunque tu consumición sea la mínima, jamás te encontrarás malas caras por estar ocupando una mesa haciendo el irrisorio gasto de 1€, algo realmente chocante y sorprendente.

Bares de leche

Los conocidos como bares de leche, Bar Mleczny, son una especie de restaurante de comida rápida o bares que se abrieron a finales del siglo XIX en la ya lejana Polonia socialista. Con ellos se intentaba dar al menos una comida completa a nivel nutricional a obreros y empleados que no contaran con un comedor de empresa o cantina y más tarde a gente sin recursos.

Restaurante Pierogarnia Krakowiacy, uno de los restaurantes que os recomendamos visitar y decorado con motivos florales típicos de Polonia. Os encantará.

En su tradición se sirven platos de la cocina popular polaca y parte de ellos siguen estando subvencionados por el estado siempre y cuando no se ponga en los platos carne o se sirvan bebidas con alcohol. La idea básica era que con un solo plato de comida al día, cualquier persona sin recursos tuviera el aporte nutricional necesario siendo sus ingredientes básicos sobre todo la leche, de ahí su nombre, los cereales o harinas.

Algo muy característico de estos bares de leche es el carácter marcadamente práctico en su concepción, en la noción básica de lo que es alimentarse sin que esto sea una forma de comunicación social. Los platos, servidos como si fueran el rancho de un ejército o un comedor social, pueden no coincidir con el concepto mediterráneo que nosotros tenemos de la comida, pero cumple perfectamente su función tanto nutritiva como de comedor para trabajadores, empleados y estudiantes. Una buena sopa caliente para los rigores del clima, un plato que alimente y ¡a trabajar!

Recetas clásicas

La tradición culinaria está muy marcada por el clima, especialmente por los inviernos, largos y fríos en donde es conveniente comenzar con una buena sopa. En Polonia presumen de tener 365 sopas distintas, una para cada día del año.

Esta es la famosa sopa Goulash servida dentro del pan. Deliciosa.

La sopa Zurek es una de las más populares, hecha a base de caldo de pollo o ternera, panceta, setas, patatas, cebollas y una crema agria. Se le añade en algunas ocasiones una mezcla de centeno y agua que, al estar fermentada, le confiere un sabor muy característico. Muy típica también es la llamada Barszcz, sopa de remolacha caracterizada por su color rojo intenso. Muchas de estas sopas son bastante contundentes y espesas hasta el punto de poder servirse dentro de un pan horneado para este único fin.

Una buena sopa Zureg servida dentro de su pan

Otro plato muy típico son los Pierogi que sin duda nos recuerdan mucho a los raviolis italianos y que son como una especie empanadillas hervidas o cocidas, con diferentes rellenos, habitualmente verduras.

Pierogi, que recuerdan mucho los tradicionales raviolis italianos

Una de las comida favoritas de los polacos y cada día más popular entre los turistas y estudiantes son los Zapiekanka, unos paninis gigantes rellenos de champiñones o setas, jamón y queso horneados hasta que el pan está crujiente y el queso fundido. Luego se le añade salsa de tomate o mayonesa. Esta especie de pan pizza nació en los años 80, comenzando a venderse en puestos callejeros en los que se podía preparar de forma muy rápida, por lo que se hizo extremadamente popular entre los huelguistas de aquella época que protestaban por derrocar el régimen político polaco. Hoy en día es uno de los platos que más devoran los estudiantes de Erasmus.

Por su enorme tamaño, los Zapienkank, son muy aptos para compartir

Otra cosa que no puede dejar de probar en Polonia son las típicas Kielbasa, las salchichas que, elaboradas con cerdo o buey y ahumadas, se comen a todas horas acompañadas de pan de centeno, mostaza y patatas, como sucede en casi todo el centro de Europa.

El summum de la cocina polaca, según dicen, es el plato llamado Bigos, una especie de chucrut, col troceada y carne de cerdo o buey bien cocido a fuego lento durante horas lo que le proporciona un sabor intenso y delicioso.

Recomendación

Café Szal, no es el lugar más barato para comer pero sí uno de los lugares más espectaculares y con las mejores vistas a la plaza de la Basílica de Santa María en Cracovia.

El caldero chorreante, ambientada en la serie de libros y películas de Harry Potter y, siendo como somos unos Potterheads, no podíamos dejar pasar la ocasión.

Restaurante Pierogarnia Krakowiacy, uno de los restaurantes que os recomendamos visitar y decorado con motivos florales típicos de Polonia y donde se sirven unos deliciosos platos típicos.

Otra opción para comer bien y barato en Polonia son las cadenas de supermercados portugueses Biedronka, que tiene un enorme éxito entre los polacos porque sus precios son exageradamente baratos. Siempre está la opción de entrar a comprar y hacer unos bocadillos para poder tener un poco de margen y hacer turismo si se pretende cubrir ciertas distancias. Nosotros solemos hacerlo a menudo para llevar el avituallamiento necesario en caso de tener que recorrer bastantes kilómetros con el coche.