París, la Ciudad de la Luz, una ciudad tan especial que por mas veces que la visites siempre encontrarás algo nuevo que descubrir. Su oferta turística es inagotable, museos, catedrales, cementerios, monumentos…. un largo sinfín de imprescindibles que debes visitar al menos una vez en la vida si tu pasión es viajar.

En cuanto buscas información sobre que visitar en Paris encuentras una gran cantidad de publicaciones «Paris en tres días, Paris en cuatro días…» Mi consejo: elige tus preferencias, selecciona la visitas y si algo se queda sin ver, ¡¡¡¡ Vuelve !!!!!
Nosotros así lo hicimos, siempre hay una escusa para volver. En esta ocasión fue un concierto el que nos llevó por cuarta vez a la capital francesa. Teníamos muy claro que no nos dejaríamos nada por ver. ¡Ingenuos ! Así que preparamos un planning superajustado y salimos disupuestos a comernos Paris. Solo pisar suelo francés nos dimos cuenta de lo problemático que nos resultó el intentar dejar esos imprescindibles a un lado para ir en busca de esos rincones de la ciudad alejados de las miradas, poses, selfies y objetivos del turista, pero ¿ quien se resiste a cenar en los Campos de Marte esperando el encendido de la Torre Eiffel?

Es difícil imaginarse una visita a París que no contenga una paradita en la Torre Eiffel, símbolo de la capital francesa, realizada en su totalidad de hierro y considera por 41 años la más alta de todo el mundo. Justo a sus pies, se encuentran Los Campos de Marte un jardín muy frecuentado tanto por los parisinos como por viajeros. Si quieres regalarle una experiencia romántica a tu pareja vas a encontrar un gran numero de vendedores de rosas y de botellas de champagne para amenizar tu velada.
Nadie, abosolutamente nadie, ha viajado a Paris y no ha visitado el barrio de la Opera. Es el corazón de la ciudad, un barrio muy conocido al encontrarse, el edificio de la Bolsa, el Banco de Francia, los grandes centros comerciales Galeries Lafayette y Printemps. Las boutiques y tiendas más pequeñas se concentran en la Rue St-Honoré y los alrededores la place Vendöme en la parte oeste del barrio, sin duda el lugar más elegante de Paris. Su diseño octogonal alberga en su centro la columna Vendöme forrada con el bronce de los cañones enemigos tras la batalla de Austerlitz, el gran éxito militar de Napoleón.

El Museo de Louvre, considerado el museo más grande del mundo, se impone en esta ciudad, siendo su famosa pirámide invertida la gran protagonista de la parte exterior del edificio, porque si hablamos de su interior el protagonismo queda patente en sus grandes obras como «La Gioconda», la «Libertad guiando al Pueblo», la Venus de Milo, las colecciones egipcias, la Galería de Michelangelo, pinturas italianas de Raphael o Botticelli, el Hall de Napoleón… más de 35.000 obras que para poder recorrer entero vas a necesitar 3 días, aunque siempre puedes hacer el circuito express, diseñado para ver las principales obras, y así terner tiempo para poder visitar los Jardines de Tuileries, 8 hectáreas declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, pulmón verde y un espacio de relax ideal para el descanso de nuestras sufridas piernas.
A pocos pasos y sin salirnos de los alredores del Louvre se encuentra el imponente edificio del gran Palais Royal, antigua residencia de Luis XIV. Sorprende sus columnas de distintas alturas rayadas en blanco y negro siendo lugar de muchísimas actividades gratuitas tanto para adultos como para niños.

Otro símbolo de Paris es El Palacio Garnier u Opera Garnier una fama ganada a pulso por además de por su cártel por ser el escenario de la novela de Gaston Leroux: El Fantasma de la Ópera. Podemos destacar «La Gran Escalera» una escalera ceremonial de mármol blanco con una balaustrada de mármol rojo y verde, que se divide en dos tramos de escaleras divergentes que conducen al Gran Foyer. El Vestíbulo creado con 18 metros de alto y 54 metros de largo solo para la alta sociedad de Paris. Debemos nombrar el Auditorio, cuya forma de herradura tradicional italiana tiene capacidad para 1.979 personas y su escenario considerado es el más grande de Europa ya que puede albergar hasta 450 artistas.
Dos calles más abajo encontramos la archiconocida mundialmente Place de la Concorde por ser el lugar de nacimiento de la avenida más famosa de Paris, Champs Elysees que traspasa París hasta el Arco del Triunfo. Esta plaza era conocida como la «Plaza de la Revolución» al ser el lugar elegido para instalar la popular Guillotina, artífice de las 1200 ejecuciones como Maria Antonienta, Luis XVI y Robesbierre, cuyas ilustres cabezas fueron rebanadas ante un público que gritaba por la «Liberté, Égalité, Fraternité». El nombre que conocemos hoy fue designado en 1795, como un símbolo de la reconciliación.

Notre Dame, de las catedrales más famosas del mundo y un icono de la ciudad de París. Su construcción comenzó en el 1163 y está emplazada en la pequeña isla de la Cité en pleno corazón histórico de la ciudad. Si tuviera que elegir una zona de Paris, sin duda sería la isla de la Cité. Se encuentra en medio del río Sena, en el corazón de la ciudad y es considerada como el antiguo centro de la ciudad de París. Es esta zona donde puedes disfrutar de las joyas de la arquitectura francesa. Comenzamos con uno de nuestros rincones preferidos al que volvemos cada vez que estamos en Paris, la place Dauphine, de forma triangular y cercana al Pont Neuf. Su arena amarilla y su silencio a pesar de estar replecta de cafés y bistrot hacen que sea uno de nuestros lugares preferidos.
Sainte Chapelle, considerada como la obra cumbre de la arquitectura gótica siendo sus quince vidrieras el tesoro del arte gótico que te dejarán con la boca abierta y el cuello torcido. Para visitar la Sainte Chapelle se requiere de la compra anticipada de los tickets.

La Conciergerie o Palais de la Cité, es un edificio histórico y medieval de París que ocupa el muelle del Reloj. Sirvió de residencia de los reyes de Francia de los siglos X a XIV. Es uno de los edificios más imponentes de la ciudad. En 1392 el edificio de la Conciergerie se convirtió en la prisión de miles de personas antes de su paso por la guillotina. Entre sus mas de 2.700 presos se encontraba Maria Antonieta.
Cruzando de nuevo la otra orilla del Sena, llegamos al Barrio Latino que debe su nombre a que durante la Revolución Francesa este barrio acogió a todos los estudiantes internacionales que se comunicaban en Latín siendo La Sorbonne el corazón de este barrio.

El Panteón, un monumento de estilo neoclásico construido en 1791, destinado a honrar a los grandes de Francia pues alberga los féretros de personalidades como Marie Curie, Voltaire, Rousseau, Marat, Victor Hugo, Émile Zola, Jean Jaurès, Jean Moulin, Louis Braille y Jean Monnet.
Una visita obligada casi llegando a orillas del Sena es la librería Shakespeare and Company, fundada en 1919 especializada en literatura anglosajona y refugio para viajeros y curiosos de todo el mundo. Cabe señalar que fue la primera en publicar el libro Ulises de Joyce en 1922, que luego fue prohibido en Inglaterra y Estados Unidos. Su calle lateral es posible que sea de las mas fotografiadas de París junto con las calles adyacentes, un laberinto de calles angostas y medievales repletos de restaurantes y boulageries donde podrás comer bien a muy poco precio.
La Bohème, una de las obras mas conocidas mundialmente de Puccini es el fiel retrato a la ciudad de París pues cada rincón es más bohemio que el siguiente. Así es el barrio de ST-Germain des Près. Los Jardines de Luxemburgo, el Musée d’Orsay, galerías, anticuarios, grandes diseñadores de moda, te evoca al momento cuando escritores legendarios se daban cita en sus Cafés Literarios.

Y hablando de lugares bohemios es el Montmatre el barrio bohemio por excelencia, una parada obligatoria en cada visita a la ciudad. Subir a la Basílica de Sacre Coeur de estilo neobizantina. Construida entre 1876 y 1912 en memoria de las víctimas de la guerra francoprusiana. Te separan de la visita gratuita de su interior un funicular y si eres de los mas valientes la subida de 292 escalones. El barrio de detrás te invita a pasear hasta llegar al corazón del Montmatre, la Plaza du Tertre donde encuentras a artistas en pintando, retratando y mostrando su obra. Montmatre consiste en subir y bajar escalinatas perdiéndote entre callejones hasta encontrarte con La esquina de Le Consulate y la esquina Maison Rose los puntos mas fotografiados del barrio.

Frente a la plaza Abbesses encontrarnos con el muro Te Amo (Mur des Je t’aime) es un mural de 40 metros², compuesto por 612 baldosas de lava esmaltada, que reproducen 311 «te amo» en 250 idiomas. Ya un poco más al centro te encuentras el famoso Moulin Rouge, un carismático cabaret parisino con más de 100 años de historia viviendo momentos de esplendor y decadencia unidos al devenir histórico y a los cambios culturales de cada tiempo.

Nuestro viaje llegaba ya a su fín. Con ansias por asistir al concierto que nos dió la oportunidad de perdernos de nuevo por las calles parisinas, el metro nos llevó a La Défense, el distrito financiero de la ciudad. Además de numerosos rascacielos y el enorme centro comercial Quatre Temps, quedarás boquiabierto ante el el Gran Arco de la Défense de 110 metros de altura donde podrás subir en ascensor a su terraza y disfrutar de unas vistas únicas de París. Allí nos esperaba el Paris La Défense Arena un estadio de 94.000 m2 que alberga un variado programa cultural y deportivo. El estadio destaca por su capacidad sin precedentes, con hasta 40.000 asientos para conciertos y 30.000 asientos para partidos, convirtiéndose en el lugar de espectáculos bajo techo más grande de Europa.

En fin…. como le dijo Rick Blaine (Humphrey Bogart) a Ilsa Lund (Ingrid Bergman), «Siempre nos quedará Paris»