
Tan fría como bonita, la ciudad del Moldava luce espectacular durante las Navidades, cuando sus calles se iluminan, sus escaparates se decoran y los mercadillos navideños invaden sus plazas. Se encienden las luces en las calles, los escaparates de las tiendas muestran luces y adornos coloridos, el frío campa a sus anchas y el corazón de la gente, sin embargo, parece calentarse más que en cualquier otro período del año. Praga, es una ciudad que merece la pena visitar en cualquier época del año, pero durante estas semanas ofrece algunos extras que la convierten en un lugar totalmente irresistible.
Al aire señorial y medieval de sus puentes, calles, palacios y castillos, se añade una cierta melancolía provocada por las escasas horas de luz, el frío y la ocasional nieve. Y de repente, de la nada, surgen las luces, mercadillos, villancicos, eventos, y la gente, ríos de gente que hacen que desaparezca la melancolía y dotan de vida y alegría a la ciudad.
Paseando por sus calles encontrarás numerosos puestecillos, consistentes en pequeñas cabañas de madera decoradas con brillantes luces de colores, atiborrados de objetos de decoración navideña, juguetes artesanales hechos en madera, cerámicas, velas aromáticas, artesanías tradicionales, joyas, figuras de cristal y metal, muñecas, marionetas e incluso algo muy práctico: gorros, bufandas y guantes.
Pero si algo destaca la República checa es por su gastronomía. Comidas y bebidas tradicionales que ofrecerían luego a sus espectadores. Panes, pasteles y bollos rellenos de frutos (prueba el Trdelník, un pastel cubierto con azúcar caliente). Grandes salchichas (klobása) y enormes pedazos de jamón se asan pinchados sobre parrillas.
Y es que para los checos, la Navidad no sería Navidad sin buena comida y bebida. Sabed que aman la carne casi tanto como la cerveza y que habitualmente, la carne viene cubierta en salsa y servida con “dumplings” (una masa hervida u horneada) de pan o de patata.
Un plato que no falta en los hogares checos es el Koleno, una enorme pieza de codillo de cerdo asado, similar al lacón, que ha sido marinado durante algún tiempo con cerveza negra y hierbas. Crujiente en el exterior y suave, jugoso y tierno en el interior, la carne se desprende casi sola del hueso. El koleno puede tardar unos 45 minutos en prepararse, así que mientras esperas puedes probar algunas cervezas checas.
Una de las tradiciones para la cena de Nochebuena es llevar el ayuno todo el día, hasta la cena, nada fácil con el aroma de las galletas y de las especias. Si consigues aguantar todo el día, hasta que salga la primera estrella, por la noche podrás ver un cerdo dorado en las paredes o en el techo de tu casa. Un símbolo que, por lo visto, tiene origen celta.
Si estás preparado y dispuesto a aflojarte el cinturón un par de agujeros, no te pierdas esta jugosa receta y comparte con nosotros la foto de tu koleno con el hasthag #europexmaschallenge el próximo 2 de Enero y consigue un fin de semana para dos personas.
Codillo de cerdo moraviano

Ingredientes
2 raciones
- 550 gr codillo cerdo
- 1 zanahoria
- 1 colinabo
- 1 tallo apio
- 7 pimientas negra
- 5-6 pimienta rosa
- 2 ajos
- 1/2 cebolla morada
- 1 guindilla
- 1 hoja laurel
- 1 cda perejil fresco
- 1 cda caldo de carne concentrado o 1 pastilla de caldo de carne
- 2 cdas salsa de Soja
- 1 cdita semillas de mostaza
- 1 litro agua (aprox). Te lo explico
- Sal y aove
Pasos
- Primeramente comenzaremos limpiando muy bien el codillo y lavándolo. Yo le he quitado una parte de la grasa, aunque ellos la dejan casi toda.
- Cortaremos y picaremos la cebolla, zanahorias, colinabo, apio, guindilla y ajos… que sofreiremos con una cucharada de aove hasta que la cebolla esté transparente y el resto haya adquirido un bonito color doradito (ojo que no se quemen). Pondremos nuestra hoja de laurel para que vaya soltando el gusto !! Añadir una pizca de sal !!
- Una vez listo, colocaremos nuestro codillo en la olla y sellaremos por todos los lados. Veréis que coge un color doradito muy rico.
- Añadiremos entonces las pimientas (la rosa y la negra),las semillas de mostaza y el perejil.
- Una vez sellada la carne, añadiremos el agua. Esta debe tapar la carne, si no al completo, prácticamente todo !! Añadiremos el concentrado de Carne y la salsa de Soja
- Dejaremos hervir tapado durante una hora aproximadamente. OJO!! iremos añadiendo agua según vaya reduciendo y vigilaremos que no se quede seco. Yo le voy dando la vuelta y le añado el agua poquito a poco.
- Una vez transcurrido el tiempo (veréis que la carne practicante se separa sola del hueso), la sacaremos y colocaremos el nuestra bandeja de horno, que habremos precalentado a 180°
- Batiremos la salsa resultante y bañamos nuestro codillo, que meteremos al horno durante unos 40 minutos. Debéis de sacarlo cuando adquiera un color dorado bonito y no se queme. Podéis ir añadiéndole salsa mientras se hornea para darle jugosidad !!
- Y lo tenemos listo !!. Este plato típico se suele servir en tablas de madera, añadiendo como guarnición chukrut, salsa de rábano picante y mostaza, pero es al gusto. Eso si… tal y como marca la costumbre… un buen trozo de pan y una PIVO (cerveza) grande y fresquita !!